LA VERGÜENZA DE UNO MISMO

09/10/2018

Brené Brown, socióloga norteamericana que ha hecho un amplio estudio sobre la vergüenza, nos dice en una de sus famosas conferencias que la culpa es decirte "Yo he hecho algo malo", mientras que la vergüenza es decirte: "Yo soy lo malo".

 

Yo soy lo malo, yo soy el error, está en mí.

 

Y esto es fatal, fatal... Porque esa vergüenza sobre mí mismo deriva en un mal autoconcepto, al que luego sigue falta de autoconfianza, a la que luego acompañará la timidez, la fobia social, el miedo al fracaso o la ansiedad ante cualquier tipo de situación... Ya que YO soy lo malo.

 

Y mi insatisfacción conmigo mismo y con mi vida será tan grande, que es muy probable que aparezca también la depresión.

 

Y todo, todo, por algo que me he dicho.

 

Porque recordemos que está lo que nos pasa, y está lo que yo me digo a mí mismo sobre lo que me pasa. La vergüenza aparece precisamente por un exceso de identificación sobre lo que me pasa, por cómo interpreto esos acontecimientos y la identidad que forjo sobre mí mismo a través de los mismos.

 

Por eso es tan importante aprender a controlar las atribuciones causales respecto a los acontecimientos de mi vida. Estas atribuciones puedes ser de 4 tipos:

 

- Atribuciones internas o externas. Lo que me pasa es debido a mí o debido a factores externos.

 

- Atribuciones estables o inestables. Lo que me pasa seguirá pasando siempre o es un hecho puntual.

 

- Atribuciones globales o específicas. Lo que me pasa, me pasa en cualquier tipo de situaciones o en situaciones determinadas.

 

- Atribuciones incontrolables o controlables. No puedo cambiar lo que me pasa o sí puedo cambiarlo.

 

Entonces, si pienso que lo malo que me pasa, me pasará siempre, en cualquier tipo de situación, y que tiene que ver con algún aspecto de mi persona que no puedo cambiar, fácilmente me identificaré con lo malo que me pasa, llegando a la conclusión de que:

 

YO SOY LO MALO

 

Y me esconderé, evitaré, tendré miedo, y me sentiré mal conmigo mismo.

 

En cambio, si trato de hacer atribuciones más realistas, porque normalmente los eventos no son estables ni globales, a veces son controlables y otras no, y en parte atribuibles a uno mismo pero en otra parte atribuibles a factores externos, entonces los resultados cambiarán:

 

ME HA PASADO ALGO MALO

PERO YO NO SOY LO QUE ME PASA.

 

No eres un fracasado por fracasar.

 

Si te han maltratado, si te han hecho bullying o mobbing, tú no eres eso, no te lo merecías.

 

Si te han juzgado, si te han minusvalorado, si te han rechazado mil y unas veces, sigues siendo digno y digna de aceptación, de amor y de felicidad.

 

Deja de atribuirte todo "el mérito" de lo malo que te pasa, deja de sentir vergüenza de ti mismo, ¿por qué, qué ganas con eso?

 

¿No ves que tú eres mucho más: tus valores, tus fortalezas, tus ilusiones, tu capacidad de ayudar y amar a los demás, tu capacidad de conocerte, aceptarte, amarte y reinventarte?

 

Cuando te suceda algo malo, no te identifiques con eso. Analízalo y trata de hacer atribuciones realistas y sacar conclusiones útiles. Puede que haya algo que cambiar en ti, pero todo podemos cambiar, todo tenemos virtudes que podemos mejorar y defectos que pueden ser corregidos, eso no significa que seamos malos...

 

ESO SIGNIFICA QUE ERES HUMANO

 

Y aunque como especie tenemos tanto y tanto que mejorar, seguramente la vergüenza no nos ayude nada a ello.

 

Quiero pensar, que el amor sí lo hará.

 

¡Un abrazo!

 

Suscríbete

Nombre

E-mail