CELOS: CÓMO SUPERAR LA CELOTIPIA

19/09/2019

Más o menos una vez cada mes publico algunos de mis posts antiguos más leídos. Así, descanso un poco y recordamos ideas muy útiles a las que siempre viene bien hacer un repaso, porque en psicología tan importante es lo que conviene aprender, como desaprender, como recordar.

 


Esta semana, CELOS: CÓMO SUPERAR LA CELOTIPIA. Un post que escribí y publiqué en Mayo de 2015 y que nos ofrece algunas claves de por qué se desarrolla la celotipia (celos obsesivos) y qué podemos hacer para superarla.

 

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Los celos son una emoción, y como tal, son humanos, naturales, cualquiera puede sentir celos a lo largo de su vida.

 

El problema aparece cuando permitimos que las emociones gobiernen nuestra vida produciendo conductas disfuncionales, es decir, conductas que no son adaptativas, que no sirven, y que sólo generan malestar y conflictos.

 

En el caso de la pareja: peleas, invasión del espacio personal del otro, e incluso infidelidades. Porque, sí, los celos pueden acabar desencadenando la famosa profecía autocumplida: cuando yo mismo provoco, de manera no consciente, aquel mal que tanto temo.

 

Y es cuando se dan este tipo de situaciones en la pareja que podemos hablar de celotipia: pasamos de la emoción a la obsesión, la creencia permanente de que mi pareja va a serme infiel, o dejarme por otra persona, o que otra persona llegará para quitármela.

 

Esa obsesión acaba en compulsión: una conducta repetitiva y dirigida a reducir la ansiedad que nos provoca la obsesión. Prohibir, restringir, controlar, espiar, etc. Conductas que, como digo, facilitan la aparición de la profecía autocumplida, ya que generan desgaste y animadversión, y se acaba buscando fuera la paz, el cariño y la libertad que no encontramos dentro.

 

La solución para superar esta problemática a nivel de pareja está clara: fomentar una relación basada en el respeto (respeto de un espacio compartido y un espacio personal y exclusivo), la confianza, la complicidad y la intimidad. Lo que son para mí "las cuatro patas de la mesa del amor".

 

Lo que sucede es que para un celotípico esto va a ser duro. Sobre todo por el tema de la confianza. Porque su celotipia se ha vuelto un rasgo de personalidad. Al celotípico no tienen por qué darles razones para manifestar celos, ya él o ella se ocupará de encontrarlas, dado su patrón caracteríctico o mapa mental, que determina a la postre cómo percibe, interpreta y afronta su realidad.

 

Y este patrón, en la celotipia, se construye en base a dos pilares muy personales:


1. El sistema de creencias. Que puede estar muy distorsionado si es fruto de malos aprendizajes que han llevado a aceptar como ciertos falsos mitos: todos los hombres son iguales, las mujeres tienen que quedarse en casa... El primer ejemplo es una sobregeneralización, el segundo también y además una afirmación que proviene de la cultura más machista.


2. La autoestima. Porque la desconfianza que aparece en una relación puede muy bien ser fruto de la falta de confianza en uno mismo. Si no me valoro y encima me subestimo frente a los demás, fácilmente pensaré que mi pareja me dejará por otra persona y que tengo que poner los medios de "protección" necesarios para que eso no ocurra.

 

Por tanto, las soluciones para superar la celotipia pasan por hacer un trabajo con uno mismo, en el que un psicólogo puede ser una ayuda fundamental. Un trabajo para cuestionar la racionalidad, veracidad y utilidad de tus pensamientos, y conocer tus fortalezas y recursos personales y aprender a exprimirlas. Es difícil que una persona con un pensamiento libre de creencias erróneas y con una autoestima sana pueda sufrir de celotipia.

 

Pegar siempre te la pueden pegar, pero al menos no pongas tú las condiciones idóneas para que eso ocurra. Y si sucede, puedes interpretar ese suceso como una adversidad que te ayudará a crecer y a empezar una nueva etapa en tu vida, si así lo decides. No pienses que ha sido un "robo", porque ésa es otra de las creencias erróneas de los celotípicos: que el otro nos pertenece.

 

Nadie es de nadie. Una relación son personas que comparten un proyecto en común, no personas que se tienen.

 

O como dice Fito:

 

Me di cuenta tarde que te perdí,

por pensar que te tenía...

 

¡Un abrazo!

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