CÓMO SUPERAR LA INDECISIÓN

07/11/2019

Este próximo domingo se celebran (aunque lo de "celebrar" seguramente es por decir algo) una nuevas (o viejas, porque son las cuartas en cuatro años) elecciones generales. Y según la última encuesta del CIS (lo puedes ver aquí) hay alrededor de un 30% de indecisos. Personas que hasta muy última hora no tienen decidido su voto y que, paradójicamente, pueden decidir el resultado final de las votaciones.

 

Este fenómeno me ha movido a tocar esta semana en mi (y vuestro) blog el tema de la indecisión. Cuando frente a una decisión con múltiples objetos de elección no sabes por cuál decidirte y ese estado de duda permanece en ti durante un tiempo prolongado, llegando a estresarte y agobiarte, porque no dejas de darles vueltas a que has de tomar una decisión pero no la culminas.

 

Existe una técnica para superar ese estado de indecisión y que los psicólogos conocemos como "Solución de problemas" y que, a grosso modo, nos sirve para localizar y definir un problema, general alternativas para su solución y escoger una para su puesta en marcha. Podemos adaptar esta técnica cuando el problema es la indecisión misma, es decir, cuando las alternativas ya existen pero no consigo decidirme por ninguna.

 

Para ello cogeremos el ejemplo de los partidos políticos y las elecciones generales. Aunque, por supuesto, esta técnica es aplicable a muchas otras decisiones que podemos tomar:

 

- Qué coche me compro.

 

- A dónde me voy a vivir.

 

- Qué carrera o trabajo escojo.

 

- Y un largo etcétera.

 

Pasemos pues a explicar los pasos a aplicar para ejecutar esta técnica:

 

1. Párate. Éste es el paso básico. Y el más difícil. Solemos evitar o postergar aquello que nos incomoda porque pensamos que no sabemos cómo afrontarlo. ¡Claro que no sabemos, porque hay que ponerse! Hay que dejar de excusarse en la falta de tiempo y enfrentar el proceso de toma de decisiones. Porque si no, esa decisión pendiente seguirá rondándonos por la cabeza, inquietándonos hasta que no cerremos el asunto. Con el ejemplo que estamos tomando, se trataría de, antes de las votaciones del domingo, agendarnos un hueco de tiempo razonable para aplicar esta técnica.

 

2. Escribe los pros y contras de cada opción a elegir. No basta con pensar sobre el asunto, porque normalmente lo que hacemos es dar vueltas y vueltas sobre él o distraernos fácilmente antes de haber llegado a una conclusión. Por eso, sentarnos a escribir nos facilita concentrarnos única y exclusivamente en esta tarea. Tomando el ejemplo de las elecciones: no creo que aquellos que están indecisos duden sobre todas las formaciones políticas, sino entre dos o tres, por tanto, habría que analizar cuáles son las ventajas e inconvenientes del programa político (lo ideal sería leérselo antes para tener una visión más realista) de cada una de esas opciones. Puede que un pro de una sea la bajada de impuestos y un pro de otra la lucha contra la evasión fiscal. No todo tiene que ir reducido al programa; así, un contra de una podría ser su inexperiencia y un contra de otra sus casos de corrupción. Si el ejemplo fuera el de un coche, podríamos tener en cuenta características como su precio, su antigüedad, si es diesel o gasolina, su kilometraje, etc.

 

3. Valora cada pro y contra de 1 a 5 según la relevancia que tenga para ti. No basta con decir que una opción tiene más pros y menos contras que la otra, ya que cada pro y contra tiene un valor subjetivo y por tanto una relevancia particular. Así, dependiendo de a que le dé cada uno más importancia (política social, económica, de empleo, política exterior...) puntuará más o menos a cada pro y contra. Una vez puntuados, suma y resta y observa cuál es la opción u opciones ganadoras.

 

4. Toma una decisión y ejecútala. Lo anterior no determina que tengamos que tomar una decisión conforme al resultado mayor, sólo sirve para hacernos una idea más panorámica de las ventajas e inconvenientes de las distintas opciones a elegir y cuáles de esas ventajas e inconvenientes tienen mayor peso para nosotros. Pero imagínate que hay dos opciones cuya puntuación final es muy ajustada, y que tu intuición te dice que elijas la opción con una puntuación ligeramente menor. Podrías hacerlo, perfectamente. Lo importante es que ya has analizado a fondo el problema o decisión a tomar, ¡ahora toca mojarse y votar!

 

5. Evalúa los resultados. Una vez tomada y ejecutada la decisión, es importante evaluar los resultados: ¿hemos obtenido los resultados que pretendíamos conseguir? En el caso de las elecciones, se ha de dar tiempo a los políticos para que puedan llevar a cabo las medidas propuestas y en el siguiente periodo electoral tendrás tu oportunidad para valorar si cumplieron con las expectativas o no y, en caso de no haberlo hecho, podrás elegir otra opción. En otras decisiones, como la compra de un coche o un cambio de trabajo, seguramente la evaluación se pueda hacer antes y, si esta es negativa, trata de reflexionar sobre qué fue lo que salió mal durante tu proceso de toma de decisiones.

 

6. No caigas en la tiranía de la mejor opción. Por último, recuerda que ningún proceso de toma de decisiones es perfecto y, por tanto, ninguna decisión lo es, ya que las decisiones suelen conllevar pérdidas y ganancias. Con la "tiranía de la mejor opción" me refiero a esa fijación por obsesionarnos con que siempre hemos de elegir lo mejor, da igual que vayamos a votar a un partido o nos vayamos a comprar unos vaqueros, hemos de estar seguro de qué es lo mejor. Cuando en realidad, seguro no hay nada. Por tanto, voy a perder mucha energía y tiempo en elegir la mejor opción (la opción "perfecta", que en realidad no existe) y cuando tome mi elección sentiré mucha frustración porque pensaré que debía haberme decantado por otra opción (la opción "perfecta", que no es la que yo he tomado, y que sigue sin existir). Por tanto, olvídate de la mejor opción y simplemente busca una opción que se adecue a lo que tú buscas, a algo que sea bueno para ti y, en el caso de las elecciones, que sea bueno para el conjunto de tu comunidad, por supuesto.

 

Así que, espero que esta sencilla técnica ayude a aclarar las ideas de los muchos indecisos antes de las votaciones de este domingo.

 

No olvides cuestionar todo lo que escribo aquí, la duda nos acerca un poco más a la certeza.

 

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Y recibe como siempre ¡este abrazo!

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