EL MANIFIESTO DE RENUNCIA Y COMPROMISO

17/05/2022

El neuroticismo es inestabilidad emocional provocada por una sensación de necesidad elevada de control. La persona siente que necesita demasiado control en su vida. Para evitar el fracaso o la adversidad, para estar atento a las posibles amenazas con las que pueda encontrarse y no dejar pasar ni una. Esto provoca mucha presión y tensión que deriva en inseguridad, estrés y ansiedad.

 

¿Cómo tratan de obtener ese control las personas con neuroticismo elevado?

 

- A través de la hiperactividad mental (rumiaciones y pre-ocupaciones).

 

- A través de la autoexigencia excesiva o perfeccionismo. Hacerlo todo bien siempre y llevarlo todo para delante. Recordarlo todo, anticiparme a todo, tenerlo todo previsto. ¡No puedo fallar, no se me puede pasar ni una! También, a través del automachaque (las culpas), por no cumplir con estándares tan elevados.

 

- A través de la certidumbre. Deseo, ¡no!, me exijo a mí mismo saberlo todo y estar seguro (lo cual lleva a hiperactividad mental y perfeccionismo).

 

Cuando soltamos control, ¿sabéis qué pasa? Que los resultados externos no cambian mucho, porque la mente se esfuerza, infructuosamente, por controlar cosas que están fuera de nuestro control, y sin embargo, lo que sí que cambia, es nuestro interior: menos estrés, menos inseguridad, menos autoexigencias... más fluir, más dejarme llevar, más paz interior.

 

Hemos de hacer, para ello, un ejercicio consciente de renuncia: renunciar a pensar tanto. El automatismo, la respuesta automática, será sobrepensar, pero se trata de darse cuenta y dejar de hacerlo, poniendo la atención en otra cosa. Renunciar a hacerlo todo bien y a que todo vaya bien en mi vida, ¡estamos más que preparados para afrontar problemas y adversidades inesperadas, leñe! Y repetirnos a nosotros mismos frases como "Ni lo sé ni lo puedo saber", "No puedo hacer más de lo que ya estoy haciendo", "Soy suficiente tal como soy", para renunciar a la certidumbre, al control y al perfeccionismo.

 

Un ejercicio que suelo mandar en terapia para cumplir con este objetivo de renuncia y cambio es el Manifiesto de renuncia y compromiso. Escribe un manifiesto en el que declares renunciar a ciertos hábitos mentales y conductuales que son tóxicos para ti y te propongas sustituirlos por otros más sanos y útiles. Ejemplo: "Yo, Fulanito de Tal y Pascual, RENUNCIO a castigarme con la culpa cuando algo me salga mal y etc y etc. y ME COMPROMETO a ser más amable, comprensivo y paciente conmigo y etc y etc". Pon todo lo que se te ocurra. Mientras más específico seas, mejor. Comprométete realmente con el contenido de tu manifiesto. Reléelo, recuérdatelo.

 

No olvidemos también la importancia de relativizar, de poner las cosas en su sitio y darle la gravedad que se merecen. No has venido al mundo a ser perfecto ni a que tu vida sea perfecta. Has venido a VIVIR. Y eso, por poco que nos guste, implica imperfección, fracaso, desorden, incertidumbre, adversidad y dolor. Deja que la vida sea. Confía. Entrégate. Que sea lo que tenga que ser.

 

Y cuando sea bueno, disfruta.

 

Y, como no todo puede ser bueno, cojones, cuando sea malo, aprende.

 

Cuestiona todo lo que digo; la duda nos acerca más a la verdad.

 

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Si te gusté yo, hago terapia psicológica en consulta en Málaga y online para el resto del mundo. Tengo un libro muy chulo llamado La dictadura de la felicidad. Y este jueves 19 estoy en Rincón de la Victoria haciendo el evento El poder transformador de las historias. Si puedes pasarte, ¡no te lo pierdas!

 

Y, cómo no, ¡recibe este abrazo!

 

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